Tras unos años, he vuelto a coincidir en Gallocanta con las grullas.
En ésta ocasión prescindí de la ruta directa por la autovía de Teruel y Daroca y utilice la alternativa que añadiendo unos pocos kilómetros pasa por Calatayud. Mi intención era pernoctar en su Área de AC pero, una vez estacionado en él, no me sentí muy a gusto. No fué sólo que el lugar sea desangelado y feo sino que además en ésta ocasión estaba completo y en el único lugar habilitado que encontré tenía como vecino un viejo trasto con una ruidosa calefacción.
En definitiva tras rellenar el depósito de agua y dar cuenta de un ligero ágape escapé, ya cumplida la medianoche, hacia Munébrega para pernoctar en un lugar más amable y solitario.
A la mañana siguiente, tome un camino rural asfaltado hasta Castejón de Alarba y proseguí desde allí por una carretera provincial que , teniendo como hitos Acered y Cubel, me llevaría a Gallocanta.
La Laguna de La Zaida
Recordemos la peculiaridad de ésta gran charca. Merced a unas compuertas , en años alternos se permite que el agua fluya hasta rellenar su cubeta, como ha ocurrido en éste 2024, ó se deriva hacia Gallocanta, liberando su fondo (convenientente regenerado con el húmedo barbecho del curso anterior), para cultivar cereales, infiero, ó lo que los agricultores consideren oportuno, que es por tanto lo que ocurrirá el próximo 2025
Gallocanta
Siempre es un espectáculo asombroso y más cuando, como en ésta ocasión, está a rebosar de agua.
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