sábado, 15 de mayo de 2010

Santo Domingo de Silos , Burgos

El Moncayo nevado
Comienzo a escribir éstas impresiones de mi visita a Santo Domingo de Silos en el Moncayo,donde he hecho un alto en mi camino de retorno para pasar unas horas y pernoctar.Es ya noche cerrada y fria para éstas alturas de Mayo.Las gotas de lluvia golpean contra los cristales ,arrojadas con violencia por un viento feroz que silba entre las hayas... pero aquí,sólo,a 1500 m de altura y en medio de los embates de éstas fuerzas elementales,me siento protegido dentro de mi pequeña casita rodante.
Horas antes,he ascendido hasta el Cabezo de la Mata  para poder disfrutar por primera vez de una vista de las cumbres nevadas.


Estoy particularmente introspectivo ésta noche y me dá por reflexionar...es la nefasta consecuencia de no tener Tv.
Por qué viajamos? Qué nos mueve a abandonar la comodidad de nuestro más o menos confortable hogar  y arrojarnos al camino?...nuestros ancestros se desplazaban  en busca de cualquier cosa animal o vegetal que devorar o escapando  de las inclemencias de los meteoros; descubiertas  la agricultura y ganadería que permitieron abandonar la vida nómada,los viajes pasaron a ser expediciones en busca de materias primas para las incipientes industrias ó de especias para sazonar y conservar las viandas.
Hoy en cambio basta acudir al Centro Comercial más próximo para conseguir manjaresn y  licores  producidos en cualquier parte del mundo y  todo tipo de artefactos y artesanias a los que han dado forma en lejanas factorias del oriente ó remotas aldeas.

Y entonces..por qué éste afán,a veces frenético,por los viajes?.Yo he llegado a la conclusión de que vamos en busca de la tierra prometida,de ese lugar en el que sentir que la campiña,las piedras,tal vez las gentes,son afines a nosotros.Hay quien tiene la suerte de encontrar ese sitio y el valor para dejar atrás su pasado y echar raices en él.

Tras ésta digresión,y como el dia había sido ajetreado,caí en un estado catatónico del que me recuperé a la mañana siguiente.
Unos dias después,prosigo con el relato de éste periplo:
Lerma
Terminada la labor que me llevó inicialmente a Madrid,enfilé la Autovía 2 con intención de pasar la noche en algún lugar ya próximo a Burgos.
Me decidí por Lerma.Estacioné en un discreto rincón de su plaza mayor ,junto a la fachada del impresionante Palacio  Ducal.Ya de noche pude hacer un rápido recorrido por algunas de las callejas adyacentes.Mantienen éstas un cierto sabor medieval que unido a la ausencia de peatones y vehiculos a motor hicieron muy agradable el paseo...Es la gran ventaja de llegar a éstos sitios en dias no feriados,en los que sólo acogen a los lugareños y algún viajero,generalmente de allende los Pirineos y educado por tanto para no emitir por su gaznate los alaridos cargados de decibelios con los que se suele expresar el turista nacional.


Carrión de los Condes
Con el alba dejé Lerma.La temperatura era realmente baja para estar a mediados de Mayo y para mi sorpresa la nieve hizo su aparición cuando pasaba junto a Burgos.Mi destino era Carrión de los Condes donde la nieve se convirtió en una lluvia que me acompañaría toda la jornada.Tras atender mis obligaciones profesionales,me dispuse a vistar la ciudad.
Había gran animación en sus calles,gracias a la nutrida presencia de peregrinos.

Un caudaloso Carrión dejaba ésta bonita estampa


Frómista
Esclusas del Canal de Castilla a su paso por Frómista.En tres palabras:Im pre sionantes.En el punto más alto hay un puentecillo por donde atraviesan los peregrinos.




Santo Domingo de Silos
Abandoné Frómista mediada la tarde.Enfilé la dirección de Burgos y después la de Soria sin tener muy claro dónde detenerme a pernoctar.En la carretera de Soria y tras dejar atrás Salas de los Infantes  me encontré con el indicador del desvio a Santo Domingo de Silos.Un año atrás decidí no tomarlo,pero en ésta ocasión si lo hice.Me encontré en una carretera estrecha y áspera que atravesaba un paisaje un tanto anodino y por un momento llegué a pensar en dar la vuelta;por suerte no tomé esa decisión y al cabo de unos pocos kilómetros,y tras pasar Carazo,me encontré circulando por el espectacular desfiladero del rio Mataviejas.Lamento no haber tomado ninguna instantánea.

Ya en Silos encontré un lugar excelente para instalarse.Es un aparcamiento  situado a la entrada del pueblo viniendo por la carretera de Aranda de  Duero.
Estos son algunos rincones de la pequeña población:

La Abadía


Un lugareño

La Plaza 

El rio Mataviejas pasando extramuros de la Abadía

 
Una vista que permite apreciar la manera armoniosa en la que se integran la Abadía y el caserio de la población
...y de momento ésto es tooodo amigos.Queda alguna imagen más por incorporar,pero eso será otro día.

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