martes, 1 de enero de 2013

Fin de 2012 en la Comarca de Daroca III: Balconchán

Puede leer otros dos capítulos de éste apasionante relato:
Fin de 2012 en la Comarca de Daroca I: Herrera de los Navarros
Fin de 2012 en la Comarca de Daroca II: Gallocanta

La noche anterior no fué especialmente fría. Incluso una leve lluvia hizo acto de presencia de madrugada y atemperó el ambiente  de manera que el primer dia del 2013 amaneció sin manto de hielo.Eso sí,el viento seguía soplando con fuerza.
Me lancé al camino y completé el "Anillo de Gallocanta",un recorrido que llega hasta Berrueco bordeando la Laguna y retorna flanqueando la Sierra de Santa Cruz.








El día era claro y así desde el Mirador junto al Castillo de Berrueco la vista se extendía por todo el altiplano.Se podían reconocer los caserios tanto de  todos los pueblos "costeros" de la Laguna ( Gallocanta,Las Cuerlas y Bello)  como de otros más alejados:Odón, Used e incluso Cubel (por cierto,el pueblo más alto de toda la provincia de Zaragoza).


El edificio que aparece en la imagen que sigue es el Hotel Secaiza.Un establecimiento con encanto que lamentablemente está cerrado.Me temo que sea una víctima más de la crisis...








Balconchán: Un pueblo extraño
De vuelta a Gallocanta  me monté en la furgo y emprendí el viaje de retorno .Tras pasar Santed y en lugar de seguir  directamente hacia Daroca decidí dar un pequeño rodeo y conocer  Balconchán .Estoy acostumbrado a transitar por carreteras provinciales de Castilla y Aragón,o lo que es lo mismo estrechas calzadas de sucinto alquitrán y preñadas de baches pero la carretera que desciende el Puerto de Balconchán para llegar hasta el pueblo de su mismo nombre es dantesca. No tuve valor para parar y tomar alguna instantánea;sólo deseaba llegar abajo lo antes posible.
Después de ese descenso a los infiernos me encontré en una aldea extrañamente silenciosa...





La recorrí en su totalidad  y  no me topé con ningún paisano ni aprecié ningún sonido que fuera heraldo de alguna actividad. Ningún ladrido de un can,algo verdaderamente inusual en un entorno rústico. Me encaramé a una eminencia desde la que podía contemplar de un vistazo todo el caserio  y seguí sin percibir  manifestación alguna de presencia humana:ninguna chimenea humeante,ningún automóvil...



Sólo gatos. Al llegar un par de ellos salieron a recibirme. Qué monos,me dije. Más tarde aparecieron otros. No manifestaban hostilidad en absoluto,pero me empezó a resultar extraño  que fueran los únicos seres  vivos del lugar,así que me alejé de allí rapidamente. Ahora que transcurridas unas horas escribo ésto sigo estando perplejo y me emplazo a mi mismo para acometer éste reto: volver a Balconchán otro dia a la caida de la noche.





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Como he mencionado antes,mi acongojo impidió que tomara alguna instantanea de la bajada del Puerto de Balconchán. Buscando luego en internete he encontrado ésta. Creo que sobran las palabras.

Foto obtenida de un excelente Blog:  retosyrutas.blogspot.com.es







Fin de 2012 en la Comarca de Daroca II: Gallocanta

Puede leer otros dos capítulos de éste apasionante relato:
Fin de 2012 en la Comarca de Daroca I: Herrera de los Navarros
Fin de 2012 en la Comarca de Daroca III: Balconchán


El último dia del 2012 amaneció gélido en Gallocanta.La furgoneta estaba congelada por fuera,aunque dentro (gracias a la calefacción)  se estaba bien calentito.

Tras desayunarme,inicié el recorrido (ya clásico...) hasta la Ermita del Buen Acuerdo . Me fuí encontrando postales como éstas:



Al avanzar la mañana,y pese a que hacía un frío intenso,el sol fué borrando el hielo.Hacia el mediodia numerosas bandadas de grullas se desplazaban desde los campos vecinos hacia la laguna




Por la tarde hice otro recorrido hacia el Oeste,siguiendo el camino del Cid  que bordea la laguna en dirección a Berrueco.Un sol invernal intentaba caldear el ambiente pero el fuerte viento le ganaba la partida y el frio persistía.

El pasado otoño ha debido resultar particularmente lluvioso.La laguna mostraba un buen nivel de agua y en los  campos el cereal ya ha brotado y los colorea de un verde intenso.
Algunas grullas se solazaban;seguramente habían saciado ya su apetito y apuraban las últimas horas de la tarde antes de recogerse.

Yo a mi vez deshice el camino también para volver "a casa". El atardecer en la laguna es siempre algo mágico.



El día había sido intenso y tras una frugal colación  a las 21 horas me preparé el lecho y me incrusté en él. Mañana será otro año...



















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