Puede leer otros dos capítulos de éste apasionante relato:
Fin de 2012 en la Comarca de Daroca I: Herrera de los Navarros
Fin de 2012 en la Comarca de Daroca II: Gallocanta
Me lancé al camino y completé el "Anillo de Gallocanta",un recorrido que llega hasta Berrueco bordeando la Laguna y retorna flanqueando la Sierra de Santa Cruz.
El día era claro y así desde el Mirador junto al Castillo de Berrueco la vista se extendía por todo el altiplano.Se podían reconocer los caserios tanto de todos los pueblos "costeros" de la Laguna ( Gallocanta,Las Cuerlas y Bello) como de otros más alejados:Odón, Used e incluso Cubel (por cierto,el pueblo más alto de toda la provincia de Zaragoza).
El edificio que aparece en la imagen que sigue es el Hotel Secaiza.Un establecimiento con encanto que lamentablemente está cerrado.Me temo que sea una víctima más de la crisis...
Balconchán: Un pueblo extraño
De vuelta a Gallocanta me monté en la furgo y emprendí el viaje de retorno .Tras pasar Santed y en lugar de seguir directamente hacia Daroca decidí dar un pequeño rodeo y conocer Balconchán .Estoy acostumbrado a transitar por carreteras provinciales de Castilla y Aragón,o lo que es lo mismo estrechas calzadas de sucinto alquitrán y preñadas de baches pero la carretera que desciende el Puerto de Balconchán para llegar hasta el pueblo de su mismo nombre es dantesca. No tuve valor para parar y tomar alguna instantánea;sólo deseaba llegar abajo lo antes posible.
Después de ese descenso a los infiernos me encontré en una aldea extrañamente silenciosa...
La recorrí en su totalidad y no me topé con ningún paisano ni aprecié ningún sonido que fuera heraldo de alguna actividad. Ningún ladrido de un can,algo verdaderamente inusual en un entorno rústico. Me encaramé a una eminencia desde la que podía contemplar de un vistazo todo el caserio y seguí sin percibir manifestación alguna de presencia humana:ninguna chimenea humeante,ningún automóvil...
Sólo gatos. Al llegar un par de ellos salieron a recibirme. Qué monos,me dije. Más tarde aparecieron otros. No manifestaban hostilidad en absoluto,pero me empezó a resultar extraño que fueran los únicos seres vivos del lugar,así que me alejé de allí rapidamente. Ahora que transcurridas unas horas escribo ésto sigo estando perplejo y me emplazo a mi mismo para acometer éste reto: volver a Balconchán otro dia a la caida de la noche.
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Como he mencionado antes,mi acongojo impidió que tomara alguna instantanea de la bajada del Puerto de Balconchán. Buscando luego en internete he encontrado ésta. Creo que sobran las palabras.
Foto obtenida de un excelente Blog: retosyrutas.blogspot.com.es |
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