Es ésta una breve reseña de una visita que hice a principios de éste mes de Mayo.No ha sido la primera,sino que son varias las ocasiones en las que he pasado unas horas muy agradables en ésta pequeña ciudad. Me encanta recorrer al atardeder sus calles empedradas,comunicadas por callejones y pasadizos, su majestuosa y desierta Plaza Mayor y salir extramuros por la Puerta Arabe para hacer el camino de ronda, entre los sillares que restan de la otrora magnífica muralla que dio protección a romanos,árabes y cristianos.
Siempre he pernoctado en la Plaza de la Colegiata,un lugar muy tranquilo y discreto
Tras dejar atrás Medinaceli me encaminé hacia Judes,confiando en poder ver su Laguna por fin con agua..pero no tuve suerte.Paradojicamente,hacia el mediodia hizo acto de presencia una intensa lluvia que durante varias horas empapó los campos y anegó el camino,pero no dejó ni un mínimo charco en el fondo de la la Laguna.En cualquier caso es un placer recorrer el camino que nos acerca desde el pueblo y una vez allí penetrar en la rala espesura del sabinar que la envuelve y deambular por él.