Ultimo viaje del 2021. No guardo en mi memoria recuerdo de una última semana de Diciembre tan calurosa en éstas tierras de Soria. Partí el Lunes 27 y regresé el dia 2 de Enero, tras pasar el fin de año en Bujaraloz. No estaba prevista ésta parada en el camino de vuelta pero la aconsejó intensa niebla con la que me encontré. En mi última analítica aparecía el colesterol algo elevado y la GGT también por encima del límite recomendable así que hace un mes desterré vino, exceso de dulces y grasas animales de mi ya austera dieta. Cambié de año en consecuencia durmiendo y tras una cena monacal. De refectorio franciscano que no de opulento monasterio trapense; a la hora de emplear analogías conventuales se ha de ser preciso.
Matalebreras
Al igual que me ocurrió con Monteagudo de las Vicarías había atravesado en muchas ocasiones ésta localidad y cada tránsito me dejaba la impronta de un pueblo desangelado y hasta sórdido. Y es que el breve tramo de la N122 que lo atraviesa concentra una gasolinera con una explanada yerma y bacheada como las que recuerdo en el suburbio barcelonés en el que crecí, un vetusto hostal y un decadente puticlub , el "Club Califa".
Y sin embargo, al margen de ese decorado a propósito para una mala película de carretera, el lugar tiene su encanto.
Un paseo me permitió descubrirlo e intentar plasmarlo en las imágenes que se pueden ver a continuación.
A falta de casones monumentales y con una iglesia más bien discreta, las calles y casas son pulcras y agradables y en conjunto, teniendo en cuenta su ubicación a pocos km de la capital soriana y a pie de la Sierra del Madero, me hacer darle una puntuación alta en mi escala de lugares amables para retirarse en u futuro próximo.
Por cierto, éstas instantáneas han sido capturadas con una antigua cámara Sony que tras infructuosos intentos de pignorar en Wallapop he decidido retener y utilizar. Pese a que su resolución es muy baja para los estándares actuales me parece que es mucho mejor que la cámara del móvil que he empledo en los últimos tiempos con un resultado francamente deleznable.
Valdegeña
Este pequeño villorrio es visible desde la carretera, de la que se retira apenas 3 km. En esa lejanía resulta muy bonito, con su caserío trepando sobre un arbolado cerro e invita a acercarse a él. Afortunadamente la belleza no se disipa al llegar, algo que ocurre con mucha frecuencia en otras ocasiones.