Tenía intención de pasar un rato en Tarazona y al final he estado casi tres dias.
Desde ahora forma parte de mi catálogo de PCDP (Pequeñas Ciudades Deliciosamente Provincianas),uniéndose a Siguenza y Astorga que ya lo integraban.
Este es el magnífico encuadre que encuentra el viajero cuando llega a la ciudad por la carretera de Soria. El Queiles viene con un caudal notable.
Más vistas avanzando junto al rio.Me pregunto si no podrían instalar algún sistema de esclusas o represas que dotara al pequeño Queiles de una cierta navegabilidad...
En ésta vista tomada desde el mirador del Palacio Episcopal se observa la vieja plaza de toros,de planta octogonal y la imponente Catedral.
En ésta otra el querido Moncayo intenta asomar por entre la tupida masa de nubes que lo corona.
Vista del ensanche de la ciudad y del aparcamiento que hay junto a la carretera,en el que he estacionado (y pernoctado) éstos dias.Es perfecto porque permite en un minuto situarse en el centro y acceder a todos los puntos de interés ,que son muchos.
Merece la pena ascender desde la ribera del Queiles hasta la ciudad vieja,dédalo de callejas empinadas que nos hacen descubrir multitud de rincones que nos retrotraen al medievo.
Además de todos sus encantos,Tarazona tiene la fortuna de ubicarse en el somontano del Moncayo,de manera que nos podemos plantar en apenas 14 km en la Fuente de los Frailes. No renuncié por tanto al placer de deambular durante unas horas por los nevados caminos.
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