sábado, 17 de diciembre de 2016

Compañero Steinbeck

Uno de mis pasatiempos favoritos es bucear entre los polvorientos anaqueles de las librerias de lance. No es raro encontrar en ellos interesantes ejemplares y en ocasiones verdaderos tesoros impresos que proporcionarán horas de placentera lectura por un módico importe (practicamente el que nos costaría una taza de mal café en alguno de los numerosísimos bares que proliferan en nuestras ciudades y pueblos).

Hace unas semanas en mi visita a la franquicia Re-Read de Granollers me hice,entre otros,con un tomo de "Viajes con Charlie",de John Steinbeck,el famoso premio nobel y uno de mis autores favoritos. No tenía noticia previa de su existencia y lo adquirí por ser el maestro americano su firmante;el rápido ojeo de aquel momento me bastó para inferir que narraba un largo periplo que el creador de "Al Este del Edén" realizó con su perro Charlie por cuarenta estados de los USA.La portada de esa edición ,bastante anodina,sólo incluía la imagen de una carretera secundaria;ninguna referencia al medio de locomoción.
La imagen muestra en cambio  la bonita portada de una edición en inglés que dibuja a los tres protagonistas del viaje.


Ayer,por fin tomé mi ejemplar para principiar su lectura y al poco una sonrisa se fué dibujando en mi faz conforme se desvelaba en las primeras páginas que el viaje lo realizó en una camper que encargó y a la que bautizó como Rocinante.
No he podido evitar  el buscar en Internet referencias e imágenes de Rocinante y sorprendentemente son muchas.Incluso parece que se conserva el vehículo en un Museo dedicado al maestro.


El rocín. Un pick-up con la célula que alojó a los dos amigos durante los tres meses de su expedición.

El viaje se realizó en 1960 cuando el autor tenía 58 años y Charlie 10 y pese a que ha transcurrido tanto tiempo en su interior se aprecia una configuración muy similar a la de mi furgo: salón con mesa que se transforma en cama,cocina y nevera a gas y Wc químico,que ya existía a lo que se ve en aquellos tiempos.Sólo carecía de ducha (la mia afortunadamente si dispone de ella) por lo que de tanto en tanto tenía que que tomar una habitación en un motel para bañarse.

A partir de ahora,siempre que tenga que bajar la mesa para preparar mi cama me acordaré sin duda que John Steinbeck también tenía que hacer esa misma operación en Rocinante.


Me permito una pequeña digresión:
Al hilo de ésto quiero manifestar una conclusión a la que he llegado hace años y que plasmo ahora aquí. A mi entender la especie humana alcanzó el culmen de la tecnología en las décadas de los 60/70 del pasado siglo.Los coches y aviones eran ya cómodos ,rápidos y fiables. Los trenes también alcanzaban ya velocidades elevadas pero manteniendo el confort de la era vapor (me viene a la mente el Expreso Siglo XX que en la película"Con la muerte en los talones" llevaba a Cary Grant de New York a Chicago...) . Se disponía de todo tipo de electrodomésticos y útiles para la cocina y el hogar . Además,la música (rock y sus variantes sinfónico.jazz-rock,pop...) también tocó techo entonces y por supuesto la literatura también (contados son los autores posteriores que me interesan).
Y todo ello sin perder la escala humana.

Desde entonces nada ha evolucionado en su substancia pero se ha perdido el encanto y la fascinación de aquella época;si tomamos como paradigma los automóviles,no son ahora mejores ni tan sólo más bellos. Simplemente tienen motores absurdamente potentes para las velocidades a las que las leyes y las atestadas carreteras   permiten circular y multitud de  accesorios tan pretendidamente sofisticados como a la postre vacuos.Hay algún diseño actual que gane al sencillo y genial Citroen 2CV en facilidad de fabricación y reparación,economía y diversión? Al margen de que si se mantuviera en producción las fábricas y utillajes estarían tan amortizados que el coste sería mínimo y además la escasa automatización de la manufactura mantendría miles de puestos de trabajo.

El único aporte que salvaría de ésta era "moderna" es internet en su uso estricto como vehículo de comunicación y gran almacén de datos, es decir sin redes sociales al servicio de narcisos y cretinos.


Los dos viajeros

El recorrido que empezó cerca de Nueva York,donde residía John y siguió el contorno de puntos,avanzando en sentido contrario a las agujas del reloj.






lunes, 12 de diciembre de 2016

Pelegrina / Barranco del Rio Dulce (Guadalajara)

Nueva visita a Madrid por asuntos profesionales que me ocuparán Martes y Miércoles y como la climatología sigue siendo extraordinariamente benigna ( a ver si va a ser cierto lo del cambio climático...) he tomado la carretera el Domingo para poder dedicar así el Lunes a una nueva visita al Barranco del Rio Dulce.

(En ésta entrada se narra mi primera visita a éste magnífico enclave)

En ésta ocasión  he accedido hasta Pelegrina . La pequeña población se asienta sobre una ladera que ya forma parte del barranco de manera que al dejar atrás las casas ya entramos sin solución de continuidad en la senda que da inicio al recorrido que hemos de seguir.






Me emplazo para volver aquí en primavera,cuando los dias se alarguen y el clima no sea tan riguroso. Situandome  al atardecer en algún lugar a propósito,cercano a las aguas del riachuelo y oculto a las miradas de los habitantes del bosque sin duda que tendré la oportunidad de ver a algunos de ellos cuando aprovechen el ocaso para salir a buscar su alimento.En ésta ocasión tan sólo tuve constancia de su presencia por los excrementos que de tanto en tanto se encontraban.




A mitad de recorrido encontramos la "Caseta de Félix",una modesta construcción donde como reza una placa guardaban el material de filmación durante el rodaje de los muchos episodios de "El Hombre y la Tierra" que se localizan aquí.





El sendero abandona el fondo y se encamina en fuerte pendiente hasta ascender al páramo en el que se abre el barranco. El lamento del viento que sopla con violencia en ésta deforestada y solitaria altura  es lo único que podemos escuchar.






Al cabo nos dejamos guiar por el trazado hacia abajo,entrando de nuevo en la espesura  de ribera que seguiremos hasta volver a Pelegrina.





Una familia de buitres se solaza en lo alto de un escarpado peñasco.



Jueves 15
Cumplidas las obligaciones del "laboro"  en Madrid y tras pernoctar la noche del Miércoles en Medinaceli,despacho por la mañana algunos asuntos y a medio dia me preparo un frugal almuerzo tras el que realizo el ya clásico, para mí , recorrido de Somaén a Avenales.
Aquí algunas imágenes captadas en el paseo.

Avenales,un poco más ruinoso.Es cuestión de tiempo que los muros de las modestas casas caigan vencidos por los elementos y la naturaleza tome de nuevo posesión del lugar.



Los cortados y farallones  que dan cobijo a buitres y mochuelos.


El arroyo de Avenales . Aún escondido en el fondo del desfiladero,el rumor de sus aguas nos acompaña en toda la andadura y en algunos puntos incluso podemos asomarnos a su curso ,como en éste pequeño salto al que podemos acercarnos ya cerca de Somaén.


Anécdota jocoso/molesta
En un punto el sendero se estrechó y tuve el infortunio de topar con una zarza con cientos de  ganchudas y afiladas púas,como acerados anzuelos.El encuentro me permitió de manera práctica entender el término "enzarzarse" .Para poder liberarme de aquella trampa diabólica tuve que despojarme de guantes y chaqueta y tras abandonar mi cautiverio proceder con sumo cuidado a recuperar las prendas atrapadas. Transcurrieron en ese empeño más de veinte angustiosos minutos. Libre ya de tan horrendo trance y tomando una vara manifesté mi ira  descargando unos cuantos poderosos golpes que arrasaron a la infame.

Una bonita estampa de Somaén cuando entramos en sus calles ya al final de nuestro recorrido.



 Santa María de Huerta,donde he decidido pernoctar al abrigo del cenobio cisterciense.


Tras un corto paseo tomo una ducha y escribo éstas líneas. No puedo dejar de mencionar la sorprendente temperatura de 8º que marca el mercurio a las 20 horas.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Sopa Juliana Trevijano

Qué mejor que una rica sopa para los dias de frío invierno !
Y para poder preparar en la furgo,de manera fácil y rápida una muy sabrosa y nutritiva podemos echar mano de las verduras deshidratadas de Trevijano. Hay diferentes variantes y una de ellas es la Sopa Juliana de Mar,denominada así porque incluye algas Wakame además de las verduras características de la juliana.


Yo la suelo comprar  en los supermercados Consum,que están implantados en Valencia y Cataluña básicamente,pero creo que se podrán encontrar también en otros super y en grandes superficies.En el envase de 100 gr  (unos 3 euros) tenemos 10 raciones.

La preparación,muy sencilla,está perfectamente descrita en el envase;para una ración se han de poner en el cazo 0,5 litros de agua,2 cucharadas soperas de las verduras y un poco de aceite y sal y tenerlo en ebullición unos 30 minutos.




Empleando exclusivamente agua el resultado es sin duda igual de nutritivo pero muy insípido así que para que sea comestible hay que reemplazarlo por alguno de los caldos conocidos (Aneto,Gallina Blanca, etc) que son razonablemente naturales. Los demás caldos de LIDL,Aldi,etc (fabricados todos ellos por Frias Nutrición en Burgos)  no son recomendables.


Por cierto,el envase original es un poco incómodo para abrir (la electricidad estática del plástico atrae a las verduras) así que es más práctico traspasar el contenido a un frasco de vidrio. Los de las mermeladas del Mercadona son perfectos porque son panzudos y con una gran boca.







Buscar