Nueva visita a Madrid por asuntos profesionales que me ocuparán Martes y Miércoles y como la climatología sigue siendo extraordinariamente benigna ( a ver si va a ser cierto lo del cambio climático...) he tomado la carretera el Domingo para poder dedicar así el Lunes a una nueva visita al Barranco del Rio Dulce.
(En ésta entrada se narra mi primera visita a éste magnífico enclave)
En ésta ocasión he accedido hasta Pelegrina . La pequeña población se asienta sobre una ladera que ya forma parte del barranco de manera que al dejar atrás las casas ya entramos sin solución de continuidad en la senda que da inicio al recorrido que hemos de seguir.
Me emplazo para volver aquí en primavera,cuando los dias se alarguen y el clima no sea tan riguroso. Situandome al atardecer en algún lugar a propósito,cercano a las aguas del riachuelo y oculto a las miradas de los habitantes del bosque sin duda que tendré la oportunidad de ver a algunos de ellos cuando aprovechen el ocaso para salir a buscar su alimento.En ésta ocasión tan sólo tuve constancia de su presencia por los excrementos que de tanto en tanto se encontraban.
A mitad de recorrido encontramos la "Caseta de Félix",una modesta construcción donde como reza una placa guardaban el material de filmación durante el rodaje de los muchos episodios de "El Hombre y la Tierra" que se localizan aquí.
El sendero abandona el fondo y se encamina en fuerte pendiente hasta ascender al páramo en el que se abre el barranco. El lamento del viento que sopla con violencia en ésta deforestada y solitaria altura es lo único que podemos escuchar.
Al cabo nos dejamos guiar por el trazado hacia abajo,entrando de nuevo en la espesura de ribera que seguiremos hasta volver a Pelegrina.
Una familia de buitres se solaza en lo alto de un escarpado peñasco.
Jueves 15
Cumplidas las obligaciones del "laboro" en Madrid y tras pernoctar la noche del Miércoles en Medinaceli,despacho por la mañana algunos asuntos y a medio dia me preparo un frugal almuerzo tras el que realizo el ya clásico, para mí , recorrido de Somaén a Avenales.
Aquí algunas imágenes captadas en el paseo.
Avenales,un poco más ruinoso.Es cuestión de tiempo que los muros de las modestas casas caigan vencidos por los elementos y la naturaleza tome de nuevo posesión del lugar.
Los cortados y farallones que dan cobijo a buitres y mochuelos.
El arroyo de Avenales . Aún escondido en el fondo del desfiladero,el rumor de sus aguas nos acompaña en toda la andadura y en algunos puntos incluso podemos asomarnos a su curso ,como en éste pequeño salto al que podemos acercarnos ya cerca de Somaén.
Anécdota jocoso/molesta
En un punto el sendero se estrechó y tuve el infortunio de topar con una zarza con cientos de ganchudas y afiladas púas,como acerados anzuelos.El encuentro me permitió de manera práctica entender el término "enzarzarse" .Para poder liberarme de aquella trampa diabólica tuve que despojarme de guantes y chaqueta y tras abandonar mi cautiverio proceder con sumo cuidado a recuperar las prendas atrapadas. Transcurrieron en ese empeño más de veinte angustiosos minutos. Libre ya de tan horrendo trance y tomando una vara manifesté mi ira descargando unos cuantos poderosos golpes que arrasaron a la infame.
Una bonita estampa de Somaén cuando entramos en sus calles ya al final de nuestro recorrido.
Santa María de Huerta,donde he decidido pernoctar al abrigo del cenobio cisterciense.
Tras un corto paseo tomo una ducha y escribo éstas líneas. No puedo dejar de mencionar la sorprendente temperatura de 8º que marca el mercurio a las 20 horas.
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