Un nuevo viaje a Madrid. En el camino de retorno aprovecho para tomar contacto con un par de lugares peculiares.
Torresaviñan
Pedanía de Torremocha del Campo, separada apenas un par de km de la autovía A2. En el exiguo caserio destaca un lavadero de reciente construcción, como reza una placa. Sopesé la idea de pernoctar en éste lugar pero finalmente, tras una breve expedición hasta el castillo tome la carretera hasta Santa María de Huerta.
En éstas imágenes se muestra la vista de la fortaleza desde el arranque del camino que nos lleva a ella.
Una imagen aérea del villorrio
Embid de Ariza
Tras pasar la noche en Santa María de Huerta decidí dedicar la mañana a visitar Cihuela, un pequeño pueblo soriano que se me hacía atractivo por su sugerente nombre. Así que tomé la carretera que desde la A2 se dirige a Deza. A mitad de camino arribé a Embid de Ariza. Tuve un "dejà vu". Resulta que sin recordarlo ya estuve tiempo atrás (no puedo situarlo en una fecha concreta). La población es un tanto insulsa y su principal atractivo resulta ser el castillo ó torre que se podía observar en lo alto de un escarpado peñón.
El ascenso es posible gracias a la ayuda de peldaños, cables y barandas que se han incorporado al trazado rocoso.
De Cihuela poco he de mencionar. No me resultó un pueblo bonito sino algo anodino, así que tras un pequeño recorrido emprendí el caminio de retorno hacia la A2 y desde allí hacia mi casa.
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