Voy a iniciar con ésta una serie de crónicas de mis periplos por Barcelona. Mis pasos no me llevarán a los lugares harto conocidos, verbigracia Ramblas ó Barrio Gótico, que por otra parte no me interesan. Serán más bien andaduras en busca de los lugares curiosos y peculiares que esconde toda gran ciudad.
Mi pequeño cochecillo, un Panda, en el lugar en el que habitualmente lo estaciono.Además de todos sus encantos el lugar dispone de abundante espacio para aparcar, algo muy raro y caro (en todas las acepciones de la palabra) en las grandes ciudades.
El primer Domingo de cada mes la visita es gratuita en todo su horario y el resto de Domingos a partir de las 15:00 horas.
Nada más franquear la entrada nos sumergimos en el imponente Claustro
Una parcela aloja el huerto de plantas medicinales que proporcionaban la base para la elaboración de ungüentos y pócimas en la botica.
También se puede acceder a las cocinas,refectorio y otras estancias.
Es muy interesante visitar las "procuras" (almacenes donde se atesoraba el grano,aceite,vino y demás vituallas) una de cuyas salas aloja una exposición de bonitos dioramas,todos ellos con escenas del nacimiento y vida de Jesús.
Yo desafortunadamente soy agnóstico pero tengo un profundo respeto y agradecimiento hacia el sentimiento que ha impulsado la creación de éstas obras tan bellas.
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